lunes, 9 de julio de 2012

Dejar de sentir

Noto el hielo crujir bajo mis pies, noto como se agrieta mientras veo el agua brotar de sus heridas. El agua está fría, pero no me importa, es incluso reconfortante ver que me envuelve, que me hundo con mi pequeño islote de hielo, y que ambos nos hacemos agua, agua que fluye, que se adapta, que no es rígida.

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