lunes, 27 de agosto de 2012

Desde muy lejos (I)

Pues esta entrada esta siendo escrita, por fin, desde Suecia. Llegué ayer por la mañana, y hasta hoy no he tenido tiempo (ni posibilidad, pues no tenía internet en la habitación...) de escribir por aquí. Anécdotas y cosas que contar hay muchas, pero seguro que el 80% se me quedarán en el tintero. Vayamos en orden cronológico, y espero acordarme de todo lo posible:

El domingo 26, de madrugada, a las 5 mas o menos, llegaba al aeropuerto de Málaga, con la mente un poco en blanco y sin saber en lo que me metía...tras facturar, estuve con mi familia sentado un rato esperando para entrar, hasta que llegó el momento. Fue una despedida agridulce, estaba contento por irme, pero sabía la preocupación con la que cargaban mis padres, se podía ver en sus lágrimas (y eso que en mi casa somos muy fríos para estas cosas), y sobre todo en las de mi hermana, que la pobre pasó un mal rato (si lees esto, deja de llorar y empieza a tocar la guitarra, ¡que los dedos no aprenden a moverse solos!). La verdad es que no era realmente consciente de lo que llegaría a echarlos de menos en unas horas. Fue en el momento en que me volví hacía atrás y vi que ya no estaban cuando mi mente decidió funcionar e informarme de lo que estaba haciendo. A partir de ese momento estaría solo durante, al menos, 3 meses. Parece una tontería, pero el cansancio puede hacer mucha mella, y a esas horas, esos pensamientos hacen mas daño de lo que deberían.
El vuelo se hizo muy largo y tedioso, apenas pude dormir media hora, estaba bastante triste y nervioso a la vez. Por suerte, en cuanto aterricé salí de ese estado de somnolencia-melancolia y me dispuse a partir hacia Uppsala. Primer problema, resulta que no hay autobuses hacia Uppsala desde Vasteras...muy raro, pues no es lo que tenía entendido. Según la tia de la oficina, debía de coger un taxi a la estacion y de alli un tren a Uppsala. Pregunte a un taxista, turco creo, me quería clavar 1000kr (coronas suecas) que según mis calculos venian a ser mas de 100€...le dije que era mucho y me dijo que era mi unica opción...regateandole llegue al precio de 750kr...y con lo cansado que estaba no tenía ganas de buscar otro medio de transporte. Justo entonces apareció Ana (o quizás otro nombre) y me dijo que si iba para Uppsala, le dije que si y conseguí que el turco cabezota nos cobrara 800kr a los dos (400 por persona), algo asi como 50€. A mitad de camino hacia Uppsala, Ana se dio cuenta de que ella no iba a Uppsala, si no a Manderlarden...buena esa...gracias a Dios conseguimos que el turco le cobrara solo 200kr mas por llevar desde Uppsala al sitio ese. Al final resultó ser una buena idea lo del taxi, pues tras atravesar los bosques mas densos en vegetación que nunca hacía visto, llegamos a Uppsala lloviendo. Me dejó en la puerta del Hotel/Residencia, al que entré tras despedirme de Ana y desearle suerte. Era tal y como lo había visto por google maps, asi que tampoco me asombre. Pagué un montón de dinero en fianzas y mensualidades y subí a la habitación. Primera buena impresión...grande, ordenada, con mucho espacio en muebles y una cocina muy colleja. Caben al menos 4 camas mas...asi que dormireís bien los invitados. Problemas: no había sábanas ni toallas...Problemón: como me imaginaba, pero no quería creer, no tenía internet. Lo primero que hice fue bajarme a la recepción para conseguir la contraseña que me permitiera el acceso....pero tenía que ir hasta un centro de la universidad a conseguirla, asi que me dispuse a ello. Nada mas torcer la esquina, las cúpulas de la catedral de Uppsala me saludaron desde muy alto...preciosas vistas, a las que aompañaban un parque y un río con mucha vegetación. Para eso sirvió el paseo, para ver la catedral, porque la universidad estaba cerrada. De vuelta vi un ciber y me metí, para hablar con la familia y ponerla al corriente. Después de media hora subí a la habitación y deshice la maleta y ordené todo...primer paso para "humanizarla". Cuando acabé, comi mis bocadillos de lomo y tortilla de patatas...un lujo, y me eché la siesta, que ya iba siendo hora de dormir un poco...

Continuará...

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